Los diálogos

En esta nueva entrada del blog explico el uso del diálogo en los textos narrativos. Aunque es algo que algunos sabéis, es bueno recordarlo. En la cuarta semana, os mandaré un ejercicio relacionado con ello. El diálogo en los textos narrativos se emplea para dar voz a los personajes; forma parte del estilo directo. A menudo está introducido por un verbo de lengua, como decir, proferir, contestar, opinar, etc. Este verbo puede aparecer antes: en este caso, se escriben tras él dos puntos y en la línea siguiente, aparte, se reproducen las palabras literales que pronunciara el personaje, como en el ejemplo siguiente:

"Antonio dijo:
-Estoy arrepentido de haber venido."

Cada intervención de los personaje se marca inicialmente con una raya (aunque en el teto anterior aparece un guion por falta de este signo en el teclado con el que escribo la entrada del blog; la raya es algo más larga que el guion).

El verbo del lengua puede aparecer en medio o al final de la intervención del personaje: si va en medio, se enmarca entre dos rayas, y si va al final, no es necesario volver a escribir una raya tras él, como se puede observar en los siguientes ejemplos:

"-Estoy arrepentido de haber venido -dijo Antonio-. Si lo hubiera sabido, me habría quedado en mi casa."
"-Estoy arrepentido de haber venido. Si lo hubiera sabido, me habría quedado en mi casa -dijo Antonio."

Cuando lo que se aclara son los gestos o acciones que realiza el personaje, últimamente se escribe un punto delante de la primera raya:

"-Estoy arrepentido de haber venido. -Frunció el ceño Antonio-. Si lo hubiera sabido, me habría quedado en mi casa."

El verbo de lengua o el que indica acción o movimiento puede acompañado de un sujeto y de complementos.

A veces, en los diálogos las intervenciones de los personajes se suceden sin necesidad de verbos introductorios.

(En la cuarta semana de actividades, haréis un ejercicio relacionado con el uso de los diálogos.)

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